En Estados Unidos ya lo usan con éxito Levi’s o Procter&Gamble, pero en
España es todavía un desconocido y una apuesta con la que se están atreviendo
los más avispados.
¿Una opción que permite vender más y que las empresas nos conocen? ¿El no muy
divulgado secreto de la felicidad para las cuentas de las compañías? El
social commerce es una nueva tendencia que mezcla lo mejor del ecommerce
y de las redes sociales aunque por ahora no ha conseguido mucho eco en
España.
“El social commerce no es muy conocido”, nos confiesa
Christian Rojo, director de proyector en Fanquimia, con quien pudimos hablar en
la pasada feria ecommmarketing. Su compañía es una de las que intenta acabar con
el desconocimiento que entre las empresas españolas tiene el social commerce. De
hecho, durante la feria, sortearon entre start-ups una campaña de social
commerce.
El comercio electrónico social no consiste únicamente en poner unos botones
sociales a la tienda online. Va más allá de eso. “Llevar las redes
sociales a la tienda y la tienda a las redes sociales”, así lo resume
Rojo cuando le pedimos una explicación rápida. Se trata de “integrar todas las
funcionalides de lo social a la tienda, aprovechar el potencial social media
para llegar al comprador…”.
Rojo recuerda el peso que las recomendaciones tienen en los procesos de
compra: el internauta se hace antes con aquello que recomiendan sus amigos e
incluso desconocidos que con un producto sobre el que nadie habla. “Cuando ves
que recomiendan a la marca, confías”. Y eso es algo que puede hacer el social
commerce.
Levi’s es uno de los casos de buenas prácticas de los que nos habla Christian
Rojo, recordando éxitos del mercado estadounidense, donde la implantación del
social commerce está más avanzada. Procter&Gamble tiene incluso una tienda
en Facebook, en la que vende sus conocidos productos.
“Vender en Facebook no es sólo poner tu tienda en Facebook”,
explica. El vendedor tiene que crear comunidad, entender que se enfrenta a un
canal diferente y ofrecer contenidos y productos adecuados a este entorno. El
secreto está en pensar a medio plazo y no a corto, en fidelizar a la comunidad y
en, cuando ya se ha conseguido esa masa, lanzar la tienda.
La oportunidad está ahí. ¿Sabrán los empresarios españoles aprovecharla?
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